El calor del público y la entrega de los escritores, profesores del centro de FCI, directores de los talleres, cuentacuentos y mago nos anima a continuar organizando estos eventos con mayor ilusión, si cabe.
Sumándonos al alegato final, muy acertado, de Marina Cuervo, imprescindible responsable de la biblioteca municipal Ricardo León, reivindicamos que, con estas acciones alternativas, se evidencia que la utilidad y uso de estos centros públicos trasciende la mera función de albergue de libros y refugio de estudiantes ampliando la oferta cultural a vecinos y foráneos.
Sirva este pequeño álbum como testimonio gráfico de lo sucedido.
Hasta el próximo año.